EL DIOS QUE CREÓ AL CABALLO

Hace ya algunos años cuando daba clases en la Anáhuac les explicaba a mis alumnos que la creatividad es una cualidad que definitivamente no puede ser compartida. Los grandes descubrimientos no los hicieron un chingo de güeyes, las mejores ideas creativas tampoco se les ocurrió a una bola de creativos en un "brainstorming" con rayos, centellas y hierbas de dudosa procedencia, los grandes cambios los logra una sola persona, cuando entran más a la jugada es cuando todo vale madres, y el ejemplo que les ponía era muy sencillo.

Existe una teoría que dice que el mundo fue creado no por uno sino por varios Dioses. Un día se reunieron diez Dioses y se dieron a la tarea de crear algo increíble, algo que simplemente no pudieramos dejar de admirar. Entonces comenzó la discusión de cuales eran las cosas más chingonas que existían en ese momento y concluyeron que el caballo era un ser espectacular, de características únicas, gran porte y perfecta proporción y uno de esos Dioses dijo "Pues sí, sí está bien chingón, pero podemos crear algo que le parta su madre al caballo".

Y entonces tomando como base a esta espectacular creación comenzaron a hacer sus sugerencias, uno dijo "Por que no le ponemos las patas más largas, si como las tiene ahora corre rápido con las patas más largas va a correr en chinga" otro añadió "Claro, y si le ponemos pelos largos se va a ver cabrón cuando esté corriendo" y así siguieron los comentarios "Yo le pondría el cuello más largo y como que la trompa más corta y peluda", "Cuando me he subido es muy incómodo, yo le pondría una jorobita para hacerlo más ergonómico", etc. etc. etc.

El resultado no fue ninguna sorpresa, en lugar de mejorar al inmejorable caballo crearon al camello, el animal más lento, deforme, incómodo y feo del paraíso.

Lo mismo sucede en el paraíso del Diseño, se entrega una propuesta inmejorable, el resultado de horas de trabajo, bajo un análisis realizado con detenimiento sobre el brief entregado, segmento de mercado, tendencias y competencia, y todo para que en una discusión termine siendo la cosa más horrible que se pudo haber creado.

Tranquilidad nos queda que nosotros creamos un caballo, si alguien lo convirtió en camello nosotros no fuimos.

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